Enseñanzas de viajar solo
¿Quién no ha querido recorrer el mundo?
Pocos se atreven, pero son menos los que lo hacen SOLOS. Quítate el miedo porque las enseñanzas valen la pena.
Ubicación: Aprenderás el sentido de ubicar y observar. O te fijas o no regresas a dormir.
Comunicarte: ¿Quieres esa foto? Pídela, la gente solía hablar.
Seguridad: El instinto de supervivencia se despierta y estarás alerta a cualquier peligro. Confía en tu intuición.
Dejar Ir: Cuando un accidente o momento amargo llega durante el viaje te ves obligado a dos cosas. Amargarte o Dejar Ir. Y como no sabes si volverás a estar ahí, más te vale dejar ir.
Comida: Saluda a las nuevas texturas, olores, colores y picores. No puedes hacer tu propio criterio si no pruebas las cosas.
Idioma: La barrera del idioma se rompe. Tu instinto es comunicarte y darte a entender y aún si no sabes el idioma, sobrevivirás siempre con una sonrisa.
Valores: Si nadie te conoce y no tienes nada que perder. Lo único que te acompaña es lo aprendido y aquello que te ha hecho llegar hasta ahí. Aquí es cuando descubrirás de qué estás hecho.
Raíces: Te darás cuenta que tu ciudad no es la más contaminada, la más caótica o la peor de todas. Valorarás lo que te da y te enseña al vivir ahí.
Empezar desde cero: Comprenderás que puedes cambiar de dirección en cuanto tú lo decidas. Aunque hayas planeado una ruta, una vida, un momento, siempre puedes elegir dar un paso a la derecha, regresar, cambiar de lugar y volver a empezar.
Administrar tu dinero: ¿Quieres seguir viajando? Quizá haya que hacer un par de sacrificios y tener fuerza de voluntad si quieres seguir recorriendo nuevos caminos.
Amigos de los desconocidos: Miles de personas están viajando solos todo el tiempo, y cuando sus soledades se juntan, esos desconocidos se harán tus cómplices.
Sobrevives: . Jamás habrá algo perdido si estás vivo. Si te caíste, sobrevives, si no llegaste, sobrevives, si no encontraste lo que buscabas, sobrevives, y la vida sigue avanzando, y sigues vivo.
El mundo es más grande de lo que parece: Sí. Cuando tus ojos vean la diversidad, belleza y cantidad de opciones, verás que este lugar es más grande de lo que parece.
Soledad: Entenderás que no hay mejor compañía que estar bien contigo mismo, y sólo así podrás ver claramente dónde estás parado y aunque quizá no sepas hacia donde vas, saberte presente, vivo y en existencia, bastará.
Miedo: . Vencerlo es justo lo que nos pone en esa extraordinaria situación de viajar solos, de explorar. Hónralo y avanza.
El Regreso: Ahí es cuando aplicarás todo lo increíble de tu aprendizaje. Al volver acaba todo, pero también comienza todo.
El resto del mundo siguió: El mundo
siguió contigo lejos. Cuando observas eso, Comprenderás que todo lo que hagas tiene que ser por ti, para ti y desde ti.
Querrás volver: Siempre querrás volver. Siempre estará esa llama dentro de ti que te recuerda todo lo que superaste, todo lo que viste, oliste y sentiste. Esos paisajes, esas miradas que cruzaste, esa gente que extrañaste, todo lo que descubriste. Y querrás volver. Y lo más increíble de todo, es que podrás volver. Siempre podrás volver.
¡Viaja!
¿Mujer viajando sola?
Hace poco ayudé a una amiga a organizar su viaje al Sudeste asiático y mientras organizábamos todo su trayecto me cuestionó en varias ocasiones sobre el hecho de ser una mujer viajando sola.
Le dije que incluso yo, cuando realicé mi primer viajé largo a Asía creía que viajar solo siendo hombre o mujer, me parecía una mala idea por los peligros que podrías encontrarte en el camino. Sin embargo, le dije que estando allá supe que toda creencia nada fundamentada que tenía acerca de viajar solo era mentira.
Los familiares y amigos de mi amiga la hicieron dudar hasta tal punto de que me pidió cancelar el viaje pues el miedo que le habían metido era enorme. Le pedí que confiara en mi, que jamás le recomendaría algo donde estuviera expuesta de alguna manera, que confiara que sería la mejor experiencia de su vida si así lo quería.
Y confió. Y partió rumbo al Sudeste asiático con una mochila cargada de sueños y anhelos que la llevaban a buscar un sentido más real de su existencia. Había renunciado a su trabajo meses antes y no sabía qué rumbo darle a su vida.
Le dije: ¡Viaja!
Hay infinitas creencias sobre viajar que no son nada ciertas, y ser mujer y viajar sola, es una de las barreras más grandes que pueden existir.
Sí bien hay países que es bueno siempre estar acompañado sin importar el género, hay otros que se prestan para que explores por ti mismo cada rincón. Y lo más importante, viajar sola no significa que estarás sola durante el transcurso del viaje.
Digamos que viajar sola es sólo tomar un avión sin nadie que te acompañe pero tu soledad no necesariamente tiene que seguir durante tu viaje. Esto dependerá de qué tan aventurera o dispuesta estás a conocerte en una posición que pocos tenemos la oportunidad de experimentar, la de confiar en las personas por el hecho de sobrevivir.
A esta amiga le dije: te sorprenderá ver la cantidad de mujeres que viajan solas. Y el hecho de viajen solas las lleva a adaptarse al momento, a buscar la confianza no sólo de la gente local de cada lugar, sino de los mismos turistas con los que puede buscar vivir y compartir experiencias.
¿Qué comparten en común todas estas mujeres que he conocido que viajan solas?
Hay deseo enorme por comerse el mundo, por no seguir el dictado que la sociedad ha marcado para ellas, ni en lo profesional, espiritual o personal. Ellas son guerreras que se abren paso por cualquier camino que decidan recorrer porque saben que no están solas. Siempre habrá una sonrisa amable, una mano que te guía y sobre todo un montón de corazones que conoces en el camino.
Sí, puede haber dificultades, e incluso peligro pero en qué momento no hay peligro en esta vida. Todo el tiempo estamos expuestos sin importar el género. Ellas y nosotros, mismo peligro, mismo corazón pero misma garra.
Sí, tendrás que aprender a defenderte quizá, a saber en qué momento es prudente seguir o mejor guardar la calma para poder continuar.
Te demostrarás a ti misma que todas esas voces que decían “que peligroso ser mujer y viajar, pueden abusar de ti, eres débil” o cualquier etiqueta que la gente decida poner, eran falsas, sí podías, no sólo debías.
Es más, si alguien te dice algo negativo, aquí te dejo dos personajes que pueden servirte de inspiración para decidirte a tomar tu maleta y viajar.
Cheryl Strayed es la autora de “Wild” un libro autobiográfico que cuenta cómo emprendió un viaje de sanación recorriendo más de mil kilómetros del Sendero del Macizo del Pacífico que va desde la frontera de México con Estados Unidos hasta Canadá. La autora relata momentos de supervivencia no sólo física sino mentalmente ya que la decisión de emprender el camino surgió a raíz de la muerte de su madre y divorcio de su primer esposo.
Más tarde se realizó una película que fue un éxito taquillero con la actuación de Reese Witherspoon, misma que le valió una nominación al Oscar como Mejor Actriz.
Liz Gilbert, igualmente autora del libro “Comer, Rezar, Amar”, historia autobiográfica que relata un viaje de búsqueda personal por Italia, India e Indonesia, donde el mayor reto no fue enfrentarse a los peligros de viajar sola, sino a los peligros de encontrarse a uno mismo. Liz hace una narración mágica y personal que te llena el espíritu de lucha y te pone en una posición de empatía hacia la autora que es poco común. La historia de este libro también fue llevaba a la pantalla grande con Julia Roberts como protagonista de la historia.
Así, seguro habrá un millón de historias igual de emocionantes, valiosas y atrevidas que las mujeres podrían contar, y la tuya podría ser una de ellas. La única condición que debes superar es la del valor, la fuerza y lucha que ya vive en ti.
20 enseñanzas que puedes conocer cuando viajas solo alrededor del mundo… cuando te atreves
Jamás voy a olvidar una frase que ha marcado mi vida y el rumbo que tomó a partir de haberla descubierto. Mark Twain, el autor de grandes historias como “Las Aventuras de Huckeleberry Finn”, dijo : “Nadie adquiere una visión amplia, saludable y generosa de la vida si se queda parado en una esquina de la Tierra toda su vida”, y más que sonar romántico, aventurero e inspirador, es una de las verdades más grandes que he podido conocer. Es por eso que comparto 20 cosas que puedes aprender cuando viajas solo, cuando te dejas caer sin cuerda en el abismo del no saber y del no esperar, pues créeme cuando te digo que nunca sabes donde vas a estar parado mañana.
20 Cosas que aprendes viajando solo:
UBICACIÓN: El sentido de la ubicación es algo que vas a desarrollar indudablemente y es que si eres de los despistados que nunca se fijan donde están parados, el viajar solo te obligará a poner atención a cada detalle si es que quieres volver a casa, pues no habrá nadie que te guíe y resuelva si perdiste el camino.
FOTOS: Recordar es vivir y en un viaje no puedes dejar de capturar esos momentos que te llevarás por el resto de tu vida. No sólo aprenderás a sacar tu mejor cara, sino que tendrás que pedir ayuda para que alguien haga grandes tomas para ti, por lo que deberás buscarás encontrar el sitio correcto para poner tu cámara, el momento perfecto y quizá la mano correcta para que te ayude a tener la mejor imagen.
SEGURIDAD: El instinto de supervivencia sale en cada situación, y es que siempre estarás alerta a posibles situaciones que te pongan en peligro dependiendo donde te encuentres. Aprenderás a tomar precauciones para todo, para tomar un tren, para montar un camello, para cuidar tu maleta, para asegurarte que no te estafen al hacer compras y conocerás cada norma, cada regla y diferencia que existe en cada lugar que visitas.
ACCIDENTES: Cuando te ocurre un accidente por más mínimo que sea es cuando pondrás a prueba todo lo aprendido hasta ese instante, ya que será un momento crucial en donde querrás abandonar todo y volver a la comodidad de no tener un aparente peligro. Sin embargo, vivir es arriesgar, y los accidentes pasan todo el tiempo, en todo momento. Algunos accidentes son físicos pero la realidad es que nuestra vida está llena de accidentes, de momentos que no planeamos, de momentos que nos sacan de órbita, pero ahí, con ese accidente, con esa cicatriz, sacarás la fuerza para seguir adelante porque el viaje no puede terminar.
COMIDA: Muchas veces romperás patrones que creías muy establecidos en tu alimentación, y es que cuando no tienes opciones, te atreverás a probar alimentos que jamás pensaste comerías. Incluso también descubrirás nuevos sabores, texturas, sensaciones que tu paladar no había conocido pues los alimentos son parte importante de conocer cada cultura. Así que atrévete y prueba todo. Nunca sabes cual podría terminar siendo tu comida favorita.
REDES SOCIALES: Cuando viajas solo tienes mucho tiempo para pensar sobre múltiples situaciones de tu vida. Tu decidirás qué tan alejado del mundo quieres estar con los límites que te pongas para compartir y navegar por tus redes sociales. Descubrirás lo bueno y malo de éstas, pues sí, es enorme la dependencia que podemos llegar a tener por estar enterados de lo que pasa con el mundo y nuestros seres cercanos, pero también es increíble poderles compartir lo qué eres, lo aprendes y lo que vives mientras viajas y sueñas. Sácale jugo, aléjate de vez en cuando pero nunca te olvides de compartir.
IDIOMA: Una de las armas más fuertes que puedes tener para viajar por el mundo y conectar con toda la experiencia completa es cuando tienes la facilidad de hablar otro idioma. Viajando reforzarás tus conocimientos en otros idiomas pero también aprenderás a valorar tu propia voz, la voz de tus raíces y sentirás enorme emoción cuando las personas quieran conocer algunas palabras de tu idioma, cuando se emocionen al oírte decir frases en español. Compártelo, enorgullécete y valóralo.
VALORES: Si se trata de poner a prueba tus valores, no hay nada más fuerte y claro que el no tener la mirada de quienes nos conocen y pueden juzgarnos al hacer ciertas cosas. La pregunta es hacia ti mismo, respondiéndote frente a la gran responsabilidad de actuar en cada momento con esos valores que tu mismo estás dispuesto a ejercer y hacer parte de tu vida desde un punto muy honesto en donde sólo tu estás decidiendo.
RAÍCES: Hay veces que creemos que nuestro país tiene una lista de defectos interminables y queremos huir de él pero alejarnos nos hace ver con otros ojos la riqueza que si bien todos conocemos, a veces se nos olvida. Así que acuérdate cuando estés lejos, sonríe pensando en lo que te espera a tu regreso y comparte con los que conozcas, la belleza de nuestro país.
SIEMPRE PUEDES EMPEZAR DE CERO: Sí, siempre puedes empezar desde cero y no pasa nada. Esta visión parece atemorizante, aterradora y hasta macabra, pero no lo es. La aventura de estar solo te da la visión y la capacidad para comprender que puedes cambiar de dirección en cuanto tu lo decidas. Aunque hayas planeado una ruta, una vida, un momento, siempre puedes elegir dar un paso a la derecha, regresar, cambiar de lugar y volver a empezar.
ADMINISTRAR TU DINERO: Si cuentas con un presupuesto ya muy establecido, tendrás que ser muy administrado ya que habrá situaciones en las que quieras hacerte de todo lo que hay en un sitio. Querrás aprovechar todo descuento, oportunidad y ganga, pero no habrá nadie que te detenga y ponga límite. Tienes que ser muy consiente, administrado y tener mucha fuerza de voluntad para realmente gastar en lo que necesitas.
HACERTE AMIGO DE LOS DESCONOCIDOS: Y no necesariamente una amistad pasajera, sino una verdadera y fuerte relación que pueda trascender más allá del momento que compartan juntos. Hay mucha gente viajando sola por el mundo y encontrarte con sus historias te hará sentir una gran fortuna de haber cruzado camino con ellos, y es que las historias que te contarán y los momentos que compartirán, generarán que el lazo se vuelva fuerte en unos pocos días.
EL MUNDO ES MÁS GRANDE DE LO QUE PARECE: Cuando creas que el mundo se cae y se derrumba por cualquier situación, en serio no es el fin del mundo. Cuando tienes la posibilidad de ver la infinidad de posibilidades, hechos, paisajes, creaciones y vidas que existen y convergen en este planeta, podrás respirar mientras sabes que todo va a estar bien, porque el mundo eso, una infinita gama de quizás. Explora y piérdete, esto es infinito.
ESCRIBIR: Valora tus momentos de soledad y conócete aún más mientras escribes tu día a día o aquellos momentos que quieres conservar. Cuando escribes no puedes engañarte a ti mismo, algo dentro nos conecta, y ahí es cuando debes aprovechar para sacar lo más personal, lo más íntimo y aquello que está dentro de ti. Escribe, escribe, escribe.
SOBREVIVES: Si pensabas que no podías contra el mundo y que las pruebas de la vida a veces son insuperables, aquí te darás cuenta la verdadera supervivencia del ser humano. Jamás habrá algo perdido si estás vivo. Si te caíste, sobrevives, si no llegaste, sobrevives, si no encontraste lo que buscabas, sobrevives, y la vida sigue avanzando, y sigues vivo.
SOLEDAD: Aquello a lo que tanto muchos le tememos no es tan malo como lo pintan. La soledad te permite entenderte, sentirte y ponerte en una visión empática hacia ti mismo. Entenderás que no hay mejor compañía que estar bien contigo mismo, y sólo así podrás ver claramente dónde estás parado y aunque quizá no sepas hacia donde vas, saberte presente, vivo y en existencia, bastará.
MIEDO: El miedo es algo que inevitablemente te acompañará desde el día uno y hasta el día que regreses. No desaparece pero quizá aprendas a vivir y convivir con él. Por tu cabeza pasarán mil historias cuando te enfrentes a peligros o a lo desconocido, pero ten la certeza de seguir avanzando pese a él. Vencerlo es justo lo que nos pone en esa extraordinaria situación de viajar solos, de explorar. Hónralo.
EL REGRESO: Al llegar el momento de volver querrás saber qué tanto aprendiste y cambiaste, pero parecerá que en ese momento todo sigue igual, que las pruebas las pasaste como aquella persona que eras antes de ese viaje, pero no. Los cambios comienzan al volver, al empezar de cero. Ahí es cuando aplicarás todo lo increíble de tu aprendizaje. Al volver acaba todo, pero también comienza todo.
EL RESTO DEL MUNDO SIGUIÓ: Una vez estando de regreso, notarás que el resto del mundo siguió funcionando como si tu estuvieras aquí, como si no existieras, como si tu lejanía no pusiera pausa al día a día de la ciudad, de tu familia y de tus amigos. Y esta es una gran enseñanza porque pudiendo ver que el mundo siguió contigo lejos, comprenderás que todo lo que hagas tiene que ser por ti, para ti y desde ti.
QUERRÁS VOLVER: Siempre querrás volver. Siempre estará esa llama dentro de ti que te recuerda todo lo que superaste, todo lo que viste, oliste y sentiste. Esos paisajes, esas miradas que cruzaste, esa gente que extrañaste, todo lo que descubriste. Y querrás volver. Y lo más increíble de todo, es que podrás volver. Siempre podrás volver.